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10 lugares imprescindibles que ver en Ocaña

Ocaña es un pueblo toledano que da la oportunidad de hacer una escapada tranquila desde Madrid (a una hora), Toledo (a unos 40 minutos) o desde cualquier sitio cercano. Situada en la comarca de la Mesa de Ocaña, sus orígenes parecen ser prerromanos, aunque no se sabe muy bien de dónde procede su nombre. Sí que se sabe que en el siglo XV su judería era una de las más grandes del reino de Castilla y que sus habitantes son llamados también botijeros por ser famosos productores de esta artesanía.

Hoy su Plaza Mayor sigue atrayendo a cientos de visitantes cada año como antiguamente. Puedes darte una vuelta por sus calles, disfrutar de la gastronomía manchega en una de sus terrazas, apuntarte a una de las visitas guiadas que ofrece la Oficina de Turismo y comprar uno de los famosos Quesos de Ocaña en las tiendas del pueblo. Aquí te cuento algunos lugares que ver en Ocaña.  

Qué visitar en Ocaña

1. Plaza Mayor: es el principal atractivo del pueblo. La gente llena la plaza los fines de semana para tomarse algo en sus terrazas y es que se está bien a gusto bajo sus soportales, hasta en invierno. Se construyó a finales del siglo XVIII bajo los reinados de Carlos III y Carlos IV. Su fama fue tal, que sirvió como escenario a Lope de Vega para su obra Preibáñez y el Comendador de Ocaña. Actualmente se sigue utilizando para ofrecer en ella espectáculos y obras de teatro.

Con sus 70 pilares de piedra proveniente las canteras de Colmenar de Oreja, hoy es la tercera mayor de España, después de la de Madrid y la de Salamanca. En ella destaca el edificio del Ayuntamiento, la Oficina de Turismo y la torre del reloj, que sirve también como campanario utilizando para ello la campana de la derribada Iglesia de San Pedro.

2. Palacio de Don Gutierre de Cárdenas: construido en el XVI, sirvió como vivienda a este asesor de los Reyes Católicos y Comendador Mayor en León de la Orden de Santiago. Tras pasar por las manos de los duques de Maqueda y los de Frías, desde el XIX pertenece al Ministerio de Justicia albergando los juzgados de Ocaña. En su portada destaca una gran S tumbada, presente del escudo de Don Gutierre. Según dicen, la obtuvo cuando éste presentó a Isabel la Católica a su futuro marido, Fernando, y le dijo: “Es ése.” Y se quedó con la S por la gracia. 😐

3. Iglesia de Santa María de la Asunción: es la más antigua del municipio. Se construyó sobre una antigua mezquita del que sólo queda el alminar interior. Su fachada principal es de estilo plateresco. En su interior destaca la Capilla de Jesús Nazareno, patrón de Ocaña, y una amplia colección de armaduras en su sacristía.

4. Teatro Lope de Vega: este antiguo colegio jesuita se transformó en teatro en 1832. Lo que más te llamará la atención será la torre campanario neo-mudéjar. Delante del teatro podrás ver el Rollo de la Justicia (s. XV), una picota muy elaborada, de estilo gótico.



5. Museo Arqueológico: al lado del teatro se halla este museo que recorre la historia de la comarca de Ocaña desde la Prehistoria hasta la actualidad.

6. Torre de la Iglesia de San Martín: de la antigua inglesia de San Martín Obispo, sólo ha llegado hasta nuestros días esta torre herreriana del siglo XVI y su portada plateresca, que descansa junto a ella.

7. Fuente Grande: junto con la Plaza Mayor, es el monumento más característico de Ocaña. Esta fuente, diseñada por Juan de Herrera, es una de las obras de ingeniería hidráulica del siglo XVI. Se compone de una gran galería de piedra cubierta con veinte pilastras toscanas de sillería, que conforman sus arcos adintelados. A pocos metros de la fuente hay un manantial de agua que fue canalizada a lo largo de un túnel de ladrillo de más de 274 metros de largo. Al otro lado, se encuentran unos lavaderos de tal envergadura, que podían acoger a trescientas mujeres lavando a la vez. Para acceder a la fuente, tienes que ponerte en contacto con la Oficina de Turismo de Ocaña, que organiza visitas gratuitas.

8. Belén del Convento de Santo Domingo: esta construcción renacentista cuyo claustro se atribuye a Alonso de Covarrubias. Su impresionante coro fue esculpido en 1573 en madera de nogal de estilo renacentista italiano, obra sufragada por el clavero de la Orden de Calatrava, Fernando Fernández de Córdoba, y ubicado en el Convento de la Asunción de Calatrava de Almagro. En 1866, el rector de la Orden del Convento de Santo Domingo de Guzmán de Ocaña se lo compró a Isabel Aparicio por 11.000 reales. En el interior del edificio podrás ver el Museo Porticum Salutis, en el que destaca un original belén interactivo.

9. Convento de San José: fue construido en 1595 a instancias de María de Bazán, la mujer de Alonso de Ercilla. A su cargo, como priora y maestra de novicias, se mantuvo la sobrina de santa Teresa de Jesús, Beatriz de Jesús. En su interior descansan los sepulcros de Alonso de Ercilla y Zúñiga, su hermana y su esposa.

10. Museo del Guante: el Restaurante Tenería ofrece excursiones para disfrutar de su edificio del siglo XV y de su museo del guante, un curioso espacio que honra al oficio que se ejercía aquí. Esta prenda de cuero y piel se confeccionaba para la nobleza y la realiza europea en España, teniendo especial importancia la industria desarrollada en Sevilla y en Ocaña, convirtiéndose en la actividad principal de esta localidad en el siglo XV.


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Tembleque, la llamada Puerta de la Mancha, se hizo popularmente famosa por aparecer en la novela de Noah Gordon El último judío (1999), como lugar en el que habitaba el personaje de Ferrán Vasca.

De origen incierto, a lo largo de la historia por sus tierras han pasado carpetanos, romanos, visigodos, musulmanes y cristianos, lo que le ha dotado de una historia muy rica. Su época de máximo esplendor fueron los siglos XV y XVI, cuando le sacó partido a su situación estratégica en las rutas de la trashumancia y Juana la Loca le concedió el título de villa.

Hoy es un pueblo tranquilo, con una plaza mayor preciosa y en el que ya se ve la influencia manchega en su arquitectura y en su gastronomía, pues es una zona ideal para que pruebes las migas, el pisto o los duelos y quebrantos. Además, si pasas por la gasolinera, no olvides llevarte unas exquisitas tortas de cañamones de La Guardia, una exquisitez.

Qué visitar en Tembleque

1. La Plaza Mayor: declarada Bien de Interés Cultural en 1973, es una de las plazas castellanas más bonitas y no suele estar atestada de turistas. Su origen se remonta al siglo XVII, cuando Felipe IV la concibió como plaza de toros, y para acceder a ella tendrás que cruzar un pórtico con columnas de granito. Sobre él verás dos galerías y un palco para que las autoridades vieran las corridas de toros a gusto.



El edificio principal corresponde al Ayuntamiento barroco, que se añadió a la plaza posteriormente. Al lado puedes entrar a la Oficina de Turismo, que cuenta con un Museo Etnográfico y un precioso patio manchego.

2. La Iglesia de la Asunción: como Tembleque aportó dinero y soldados a la expedición a Orán de 1509, a cuyo mando estaba el cardenal Cisneros, éste aportó una gran cantidad de donativos para construirla, que se juntaron a las aportaciones recibidas de parte de los priores de San Juan y la de los propios vecinos del pueblo. Su interior se organiza en una planta de cruz latina con una sola nave y bóveda de crucería gótica.

3. La Casa de las Torres: este palacete barroco del siglo XVIII sirvió como residencia al caballero de la Orden de Santiago Antonio Fernández-Alejo, quien hizo fortuna en América. Fue declarada Monumento Histórico Artístico en 1979, pero necesita una reforma urgente. Una pena.

4. La Casa de Postas: este caserón situado en las afueras de Tembleque se utilizó como caballerizas ofreciendo sus servicios a los encargados del correo y a los viajeros que frecuentaban el antiguo camino de Madrid a Cádiz.

5. Ermita de la Veracruz: en mitad del pueblo verás esta torre octogonal que fue construida en el XVIII imitando el Santo Sepulcro de Jerusalén. Su interior sirvió antaño para albergar los restos de un miembro de la familia de los Torres, aunque hoy se usa como Biblioteca Pública. Tembleque, además, cuenta con cuatro ermitas más: la Ermita de la Purísima Concepción, la Ermita de Loreto, la Ermita de San Antón y la Ermita del Valle.

6. Los Molinos de Tembleque: en las afueras del pueblo se alzan varios molinos de viento sobre una colina. Son dos réplicas de moderna construcción, aunque también se conservan restos de los originales.


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Localización 

En mitad de una preciosa finca en el Valle del Tiétar, El Toril te sorprenderá desde el minuto cero. El lugar es espectacular, rodeado de encinas y alcornoques. Nada más entrar al recinto encontrarás un pequeño lago lleno de aves y es que el lugar está inmerso en una Zona de especial Protección para las Aves (ZEPA). 

7 lugares imprescindibles que ver en Torrijos

Habitada desde el Paleolítico, la zona de Torrijos estuvo poblada por celtas, romanos, visigodos, árabes y cristianos. Su nombre procede de la palabra latina turris, que hace mención a la torre romana que existía antiguamente en este lugar.

Fue Alfonso VI quien la reconquistó en 1085 y a partir de ahí empezó a cobrar mayor importancia, contando a lo largo de los años con una mezquita, un templo gótico-mudéjar y dos sinagogas. Todo ello estaba rodeado por una gran muralla que se perdió en el siglo XIX.

Hoy sigue siendo un importante núcleo cuya población ha ido aumentando año tras año, hasta llegar a tener más de 13.000 habitantes y se espera que siga aumentando debido al gran número de licencias de construcción urbanística que se están concediendo últimamente.


Qué ver en Torrijos

1. Colegiata del Santísimo Sacramento: es el monumento más imponente de Torrijos. Teresa Enríquez (prima de Fernando el Católico), lo mandó construir en el siglo XVI en estilo gótico de transición.  El retablo de su portada exterior ha sido atribuido al torrijeño Alonso de Covarrubias y en él destaca la figura de un pelícano como símbolo de la eucaristía, quien se quita su comida para dársela a sus hijos. En su interior se puede ver la reja que existe en un piso superior desde donde Teresa asistía a misa sin ser vista por nadie, de acuerdo con la vida monacal que eligió tras la muerte de su marido. También puedes observar las tumbas de este matrimonio, aunque los restos de Teresa descansan en el Convento de la Concepción y las de su esposo no se saben dónde están.  

2. Palacio de Pedro I de Castilla: iniciado frente a una de las puertas de acceso al pueblo por Alfonso VI, fue su hijo Pedro quien lo terminó de engalanar con elementos mudéjares y quien lo ofreció como regalo a su amante María de Padilla. En el siglo XV pasó a manos de Gutierre de Cárdenas, quedando convertido en un gran palacio gótico-renacentista. Tras su muerte se lo quedó su mujer, Teresa Enríquez, transformándolo en el Convento de la Purísima Concepción y dotándolo de una serie de pasadizos que lo comunicaban con la colegiata, para poder ir de un edificio a otro sin que tuviera que salir a la calle, ya que ella misma se impuso un encierro voluntario.

Las monjas vivieron en él hasta 1970. Hoy es propiedad del Ayuntamiento y dentro podrás ver la Sala del Refectorio (actual sede de la Oficina de Turismo), el Patio de Armas, la iglesia del palacio (convertida en Auditorio Municipal) y la antigua Sala Capitular (ahora Salón de Plenos) en la que se dice que estuvo Gila encarcelado durante la Guerra Civil y donde se encontró con Miguel Hernández.

3. Ayuntamiento: este edificio de principios del siglo XX está situado en la Plaza de España y sirvió como Casa Consistorial hasta que el Palacio I fue restaurado.

4. Estación de tren: de estilo historicista neomudéjar con muros de ladrillo y mampostería, se construyó en el siglo XIX.

5. Plaza de la Libertad: en ella se encuentra el Rollo Jurisdiccional que se levantó en Torrijos en 1482, cuando Gutierre de Cárdenas le concedió el título de villa.

6. Capilla del Cristo de la Sangre: Teresa Enríquez también mandó construir el Hospital de la Santísima Trinidad sobre los restos de una antigua sinagoga, siendo el primer hospital higienista de toda la península. En su interior se encuentra la Capilla del Cristo de la Sangre, que cuenta con unos impresionantes frescos y cuyo cristo se esculpió en México usando pasta de maíz.

7. Depósito de Agua: ejemplo del patrimonio industrial del Torrijos del siglo XX, esta curiosa torre octogonal se levanta hasta los 25 metros de altura y fue usada para almacenar agua.  


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Ruta de Senderismo - Subida al Castillo de Barcience

Una visita complementaria al increíble Monumento Natural de las Barrancas de Burujón es la visita al bonito castillo de Barcience. Su titularidad es privada, pero el acceso es público. 

El coche lo puedes dejar en el aparcamiento que hay justo delante del cementerio del pueblo. Desde allí sale una pista que discurre entre frondosos pinos. El camino, de medio kilómetro, es por una suave cuesta arriba.

De planta cuadrada, lo que más llama la atención es el imponente león de cinco metros de altura que aparece grabado en la torre del homenaje, emblema de los Silva, condes de Cifuentes, quienes lo mandaron construir en el siglo XV. Hasta finales del XVI se sabe que se mantenía en uso, pues hay escritos que atestiguan que el Conde de Cifuentes nombraba alcaides y les asignaba un sueldo. Aunque fue provisto de guarnición y artillería para la defensa de éstos, por lo que se sabe, su función principal siempre fue la de mansión señorial. 

A lo largo de los siglos la construcción pasó por manos del Infantado, de la casa de Osuna y de la de Pastrana, quien lo acabó donando al Papa León XIII. Fue este último quien vendió todo el pueblo, incluido el castillo, a Cirilo Calderón en el XIX. Hombre de negocios, Calderón llegó a tener un gran emporio agropecuario en la zona. Actualmente la propiedad sigue en manos de sus herederos

Es curioso que a pesar de que el edificio estuvo en uso durante bastantes años, éste nunca llegó a terminarse completamente, dado que no tiene algunos de los elementos característicos de los castillos de la época. Esto se puede apreciar, por ejemplo, en el hecho de que no tenga almenas, ni tampoco haya un camino que lleve hasta la torre del homenaje. 

Su interior se encuentra claramente destruido. El acceso se realizaba por una única puerta y se sabe que tenía dos plantas. Sus murallas de mampostería fueron reforzadas con cuatro torres, una en cada esquina. Dos de ellas son caballeras, una es rectangular y la última es la del homenaje. 

La visita es totalmente libre. Dentro puedes recorrer su gran patio cuadrado e imaginar el foso y la barrera que lo protegían. 

Una vez visto el castillo, el sendero continúa rodeándolo y se comienza el descenso por los pinares hasta llegar de nuevo al cementerio por una vía paralela a la utilizada para subir. 

                            🏃  Lleva siempre agua, crema solar y un buen calzado. 
                            🏃  Longitud: 1 km 
                            🏃  Dificultad:  muy fácil
                            🏃  Duración: unas 20 - 30 minutos.
                            🏃  Recorrido circular.
 


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Ruta de Senderismo - Cómo es la senda de las Barrancas de Burujón


Poco conocido hasta 2013 cuando Coca-Cola grabó aquí un anuncio, el entorno natural de las Barrancas de Burujón se ha convertido en los últimos años en un hervidero de turistas que vienen atraídos por las inigualables vistas de este paisaje desértico que pocos imaginarían que se halla a unos 30 km de Toledo.

 

El acceso se realiza en el km 26 de la CM-4000 que une Toledo con Talavera de la Reina. Para llegar a este Monumento Natural basta con atravesar La Puebla de Montalbán y seguir las indicaciones. Al lado del puente del arroyo de Alcubilete, a unos 500 metros del cruce principal, sale una pista de tierra que lleva hacia la zona de aparcamientos. Junto a éstos hay un chiringuito. Si quieres alargar tu visita, también puedes llegar en menos de media hora andando desde el pueblo. 


La senda parte del chiringuito, se van siguiendo las indicaciones hasta llegar al Mirador del Cambrón, desde obtendrás las primeras imágenes de las aguas del Embalse de Castrejón y de las cárcavas rojizas al fondo. Dichas formaciones se crearon hace 25 millones años gracias a las erosiones ejercidas por el agua y el viento, producto de la acción del río Tajo sobre este terreno arcilloso. Su pico más elevado alcanza los 120 metros (Pico del Cambrón). 



Según la leyenda su formación se debe un gigante que en su camino desde Toledo a Castrejón utilizó su tridente invocando al cielo para abrirse camino entre las montañas que le impedían pasar. Las marcas de este inmenso tridente dieron lugar a las cárcavas que vemos hoy en día. 



Nombrada Zona de Especial Protección para las Aves y Lugar de Interés Comunitario, las cárcavas se extienden a lo largo de un kilómetro y en el enclave destacan especies propias de la vegetación riparia (eneas, carrizos, sauces...) y mediterránea, destacando plantas aromáticas como el tomillo o el romero y unos preciosos almendros. 

Este lugar desértico sirve también de paraíso natural a gran cantidad de aves, como halcones, águilas, búhos, lechuzas, buitres, garzas o cormoranes. 




La senda ecológica continúa a lo largo de 4 km contando con varios miradores a lo largo del recorrido hasta llegar al Mirador de los Enebros, otro lugar de acceso al parque y donde también hay un aparcamiento y unas mesas de picnic. La vuelta se realiza por el mismo sitio por donde has venido, ya que no es circular. 



El enclave se puede atravesar en coche desde el primer mirador, hasta el último. Pero sólo atravesar. Cuando yo fui estaba prohibido parar el coche o estacionarlo simplemente para bajar y hacer fotos. 

Si quieres alargar un poco más la visita, te recomiendo que a la vuelta atravieses el primero de los miradores, el del Cambrón y camines por la senda que sale justo detrás de éste y que se adentra en la parte alta de las cárcavas. Esta senda está llena de almendros y te dará la oportunidad de tener unas vistas más completas de la zona (y no tan masificadas). 




La ruta está muy bien señalizada y marcada. Hay personal a lo largo del camino para controlar e informar. Además, está bastante vigilada por la Guardia Civil. 

                            🏃  Llévate agua, crema solar y un buen calzado. 
                            🏃  Longitud: 5 km 
                            🏃  Dificultad:  muy fácil
                            🏃  Duración: unas 2 horas.
                            🏃  No hay sombras


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Dónde esta el Mirador de Toledo que inspiró a El Greco



El Mirador del Valle es una de las vistas más conocidas de Toledo. Se construyó en el siglo XVII y ha servido de fuente de inspiración a importantes personajes. Sorolla, Picasso, El Greco o Alphonse De Launay, uno de los primeros fotógrafos que la inmortalizó en 1854, quedaron maravillados con ellas.

Situado en la Ronda del Valle, desde él se pueden contemplar monumentos como la Catedral, el Alcázar, la iglesia de San Juan, el monasterio de San Juan de los Reyes, las murallas y la Puerta de la Bisagra. Todo ello rodeado por el majestuoso Tajo.

Cómo llegar al Mirador del Valle en Toledo

🚘 En coche: tienes que salir por el Paseo de la Rosa, dejando a un lado el Hospital Provincial para entrar en la Ronda del Valle. Se encuentra en la carretera de circunvalación que une la CM-401 con la N-400.

🚍 En autobús: autobús turístico, o la línea L71.

🚂 En tren turístico: todos los días desde la Plaza de Zocodover. Horario: desde las 10:00 con una frecuencia de de 30 min. Compra de tickets.

Cómo es la Fiesta de la Rosa del Azafrán de Consuegra


A finales de octubre, Consuegra vive cada año la Fiesta de la Rosa del Azafrán, cuyo objetivo es dar a conocer la esencia cultural de Castilla-La Mancha a través de la artesanía, la historia, las tradiciones culturales y la gastronomía.

Su historia se remonta al año 1963, cuando comienza esta celebración por iniciativa del entonces alcalde D. Pedro Albacete y del cronista Francisco Domínguez, para promocionar el azafrán de la tierra y crear un producto turístico.  El programa de la primera edición no pudo ser más sencillo: visita a los campos de azafrán para conocer el proceso de recogida y monda, misa en la parroquia, pregón y acto de Exaltación Manchega a cargo del poeta conquense Federico Muelas y almuerzo manchego. Hoy, más de medio siglo después, Consuegra bate sus propios récords, acogiendo más y más visitantes cada año.

Cómo es la Fiesta de la Rosa del Azafrán

1. Visita a un campo de azafrán

La actividad comienza con la visita a un campo de azafrán. Al lado del aparcamiento habilitado para los turistas, un vecino del pueblo muestra un pequeñito campo de azafrán y cuenta las características de su siembra, cuidado y cosecha. Y obsequia a los visitantes con unas bonitas flores.


Antaño, Consuegra fue uno de los centros más importantes de siembra de azafrán. En 1963, cuando comenzó esta celebración, llegó a cotizarse a 1.300 pesetas la libra. Un dineral para la época. Su cultivo se introdujo en La Mancha durante la Alta Edad Media y se sabe que, en el siglo XII, Alfonso VIII reservó para la corona un tercio del azafrán recogido en este pueblo.

Hoy son pocos los que se dedican a este cultivo, según nos cuenta el vecino, “porque los jóvenes no quieren hacer tantos sacrificios como exige el campo. Ellos son más de botellón.” A pesar de que pueda alcanzar los 3.000€ el kilo.

A continuación, nos montamos en un autobús que nos deja en la entrada al castillo.

2. Visita guiada al castillo de Consuegra

El Castillo de la Muela es uno de los mejor conservados de toda La Mancha. Sobre el cerro del Calderico, ya aparece mencionado en la Historia de España de Alfonso X. Perteneciente a los musulmanes, éstos lo cedieron por pacto matrimonial a Alfonso VI, quien poco después lo perdió al ser derrotado en la Batalla de Consuegra en la que murió luchando Diego Rodríguez, el único hijo varón del Cid.



Las tropas napoleónicas lo destrozan a su paso en 1814 y, tras la desamortización, queda aún más arruinado. Hoy pertenece al Ayuntamiento, que lo ha restaurado consiguiendo un buen resultado.

Durante la visita se puede ver el interior del castillo con sus diferentes dependencias, aljibes, nave archivo, nave ermita y sala capitular, entre otras.



3. Visita a un molino de viento

Consuegra cuenta con doce molinos: Clavileño, Espartero, Rucio, Caballero del Verde Gabán, Chispas, Alcancía, Cardeño, Vista Alegre, Sancho, Mochilas, Mambrino y Bolero.

Nuestro guía hace dos grupos para acceder por turnos al Molino Rucio, donde hay pequeña tienda de recuerdos y productos típicos y cuya maquinaria tradicional se puede observar.




Mientras un grupo descansa y hace fotos del inigualable paisaje que nos rodea con los molinos y el castillo de fondo, el otro grupo sube las estrechas escaleras del molino para conocer cómo funciona. Allí se pueden tocar los restos de la harina molida y ver cómo se mueven las aspas en función de la dirección del viento.

Por la tarde se realiza una demostración de la molienda a la que todo el mundo puede asistir y en la que te puedes llevar de recuerdo un saquito de harina molida en El Bolero.

4. Exhibición de monda

A los pies del siguiente molino, nos espera una vecina del pueblo para explicarnos y hacernos una demostración de cómo se realiza la monda del azafrán. Consuegra tiene varios concursos con esta temática, incluido uno de categoría infantil, en los que se premia la rapidez en la extracción de las hebras de la especia de las flores.


En su mostrador también puedes comprar jabones de azafrán a tan sólo 1 ó 2 euros.

5. Degustación gastronómica

El Gastromolino se ha convertido en un bar de degustación de platos manchegos. En frente de su puerta, los organizadores han dispuesto un chiringuito en el que pedir un plato de migas y beber vino manchego del porrón. Nos dicen que podemos repetir si queremos.


Por si alguno se queda con hambre, en el chiringuito también se pueden comprar otros platos y bebidas, como bocadillos, chorizos, chuletas…

Aquí acaba la visita organizada a la Fiesta de la Rosa del Azafrán, pero el evento continúa durante todo el día. Dulcinea, elegida entre las muchachas del pueblo, ameniza todas las actividades que se realizan en Consuegra vestida con su traje tradicional. Danzas, coros, rondas, concursos, exposiciones, torneos… todo eso forma parte de una fiesta en la que participan todos sus habitantes con gran orgullo, dando a conocer sus tradiciones a los miles de turistas que pasan por allí en estas fechas, destacando la cantidad de autobuses llenos de chinos que vienen interesados por las flores.

La visita cuesta 9€ e incluye:
  • Guía
  • Autobús desde el parking hasta el castillo y vuelta.
  • Visita al campo de azafrán.
  • Visita guiada al castillo de Consuegra.
  • Visita guiada al molino.
  • Exhibición de monda del azafrán.
  • Plato de migas manchegas y vino.

Si tienes en cuenta que el precio de la visita al castillo+molino+museo es de 7€, sale bastante rentable contratar esta excursión.

Fecha: a finales de octubre y principios de noviembre.

Se tiene que contratar por adelantado contactando con la Oficina de Turismo: