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China: Día 15 – Chengdu: Visitando el Centro de investigación y cría de Pandas Gigantes.


La estación de Chengdu es la más horrorosa de todas las que he visto en China. Tengo unos recuerdos malísimos. Suciedad a espuertas y gente con muy mala pinta por todos lados, incluso había gente moribunda tirada en el suelo. Fue horroroso.

Gracias a las amigas del tren, llegué directamente a donde paraba el autobús para ir a Panda Base. Aquí se me olvidaron todas las penurias pasadas en el tren. El sitio es magnífico, muy grande y lleno de vegetación.

El panda gigante es el símbolo de China y sólo está presente en Sichuan, Shaanxi y Gansu. Quedan menos de 1000 y la mayoría están cerca de Chengdu.



Cuanto más temprano vayas, mejor. Después aquello parece una feria con tanta gente y con muchos  chinos dando voces. Yo fui cuando estaban abriendo y tuve la oportunidad de ver a pandas rojos saliendo a comer y a pasearse por los caminos por donde van los visitantes. Tuve la suerte de tener uno a escasos metros. Luego, cuando hay mucho bullicio, se esconden y es muy difícil verlos.



Hay un centro médico para pandas, una sala de juegos, los sitios donde duermen y un centro de entrenamiento.

Además, el centro cuenta también con un museo, una exhibición de mariposas disecadas, un lago y varias cafeterías y tiendas. Hasta tiene una estación de Correos para que puedas mandar postales de pandas desde allí.

En el lago hay cientos de peces que se amontonan para que les eches de comer, e incluso saltan del agua para ello.




Pero lo más impresionante, es la sala de incubadoras. Es muy emocionante ver a panditas que miden menos que una mano mientras le dan el biberón. Tremendo.




Pasé allí todo el día. Esa noche no tenía hotel, como mis planes con los horarios de los trenes se habían truncado, la única manera que tenía de llegar a Xian (que no fuera de pie) era asiento duro toda la noche: unas 14 horas o así.

De vuelta a la estación, vi que las entradas a las salas de espera de los trenes no las abrían hasta 1h30’ más o menos antes de que saliera el tren. Mientras, tenías que estar fuera en la cochambre y la seguridad de la plaza y esperar mirando las pantallas de la calle hasta que pusieran a qué sala de espera deberás ir según tu tren.

Como llegué con 3 horas de antelación, harta de estar en la plaza de noche, le pregunté a la azafata que estaba en la entrada de los VIPS. Al verme occidental, llamó a un guardia del PC y le dijo que inmediatamente me diera paso. Me trataron súper bien, como si fuera yo un VIP, con lo barato que me había salido el billete por ir en asiento duro. Así que pude entrar en la sala de espera mucho antes. Aunque… yo no sé dónde se estaba mejor…





Cómo llegar al Panda Breeding and Research Center (Panda Base) 

💴  Tickets: 58 yuanes (no hay descuento para estudiantes)

🕑   Horario: de 7’30 a 18’00

🚖   Taxi: si coges un taxi desde el centro, suele costar 30 yuanes más o menos.

🚌  Autobús: nº60 desde Xinnanmen Tourism Coach Station. Bajar en la parada de Longqing Road Shulong Road. Desde allí verás Panda Avenue, una avenida donde hay huellas de pandas, y encontrarás la entrada.

🚌   Autobuses 1, 32, 49, 53, 63, 64, 69, 70, 71, 83, 156 hasta Zhaojuesi Bus Stop. Allí, coge el Bus 198 hasta Panda Base.
🐼   Si quieres una foto con un panda, cuesta 1000 yuanes.








China: Día 14 – Más de 20 horas en un tren en China



Tuve que coger el tren en la estación de Kunming por la mañana temprano, a sabiendas de que no llegaría a Chengdu hasta las 6 de la mañana del día siguiente.

En asiento duro y con todas las particularidades y diversas guarrerías que ya conté en esta entrada: 


La única suerte que tuve fue encontrar unas compañeras amables que iban en el asiento de en frente y compartían mesita conmigo. Eran unas estudiantes que estaban de vacaciones visitando algunas ciudades de China y que volvían a su casa en Chengdu.

Gracias a ellas el viaje se hizo mucho más ameno. Hablaban muy bien inglés y aprendí mucho de China con sus conversaciones. Aunque las pobres tenían una visión del extranjero muy limitada a lo que veían en la tele.

Tenían a Alemania en un pedestal, admiraban mucho la fuerza de los alemanes y su economía (conversaciones muy profundas, para nenas tan jóvenes). Pero conocían más nuestras debilidades como europeos, que nuestros logros: como los escándalos económicos, las vacas locas, la gripe A… Incluso pensaban que a los chinos en Europa los tratamos muy mal, a todos, sin excepción.

De España, conocían muchas cosas de oídas, como:

●  La tomatina.
●  Las corridas de toros.
●  Gaudí (lo admiraban mucho)
●  Baleares, Madrid, Barcelona, Valencia y Málaga.
●  La Sagrada Familia.
●  El fútbol, claro.
●  Y de actores… sólo conocían a Javier Barden, que tiene muy buena fama en China porque a las chinas les parece sexy.

Me sirvieron como intérpretes de todo el vagón y me tradujeron las preguntas que me hacía la gente. La que más me llamó la atención fue que qué bebíamos más en España, ¿vino o cerveza?; que cómo eran nuestras uvas y que qué eran más fuertes ¿nuestras importaciones o nuestras exportaciones?

Preguntas curiosas y profundas, sobre todo si tenemos en cuenta que quienes me las hacían eran campesinos mayores, que muchos no tendrían dinero ni para ir sentados y tenían que ir de pie, que iban vestidos con lo poco que tenían…

Además, me indicaron cómo llegar a mi próximo destino: la visita a los pandas de Chengdu. Por todo ello, estén donde estén, gracias.