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Ruta de Senderismo – Cómo es la senda de la Cueva del Agua de Quesada

El Monumento Natural de la Cueva del Agua, Cueva de las Maravillas o Cueva de la Virgen de Tíscar, se encuentra a tan sólo 13 km de Quesada, un pueblo serrano de escasos habitantes, pero que mantiene la esencia de la arquitectura tradicional de casas blancas propias de esta zona de Jaén. Saliendo de Quesada con dirección Baza, y tras atravesar el puerto de Tíscar, tendrás el desvío indicado en la carretera A-315, en el kilómetro 47.

6 lugares imprescindibles que ver en la aldea de Mogón, Jaén

Mogón pertenece al municipio de Villacarrillo, en la sierra de Las Villas y forma parte del Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas, el mayor espacio protegido de España y el segundo de Europa. Cuando llegas a esta aldea lo que más llama la atención es la gran cantidad de bares y restaurantes que te vas a encontrar en un lugar que no llega a los 900 habitantes y donde muchas de las casas se han dedicado en los últimos años a segundas residencias.

Sus bares tienen un carácter especial en el mes de agosto, cuando se celebra la curiosa fiesta del Entierro del Alcalde. En ella se amortaja al alcalde de Mogón, se le mete en un ataúd y se le lleva a cuestas recorriendo los bares donde se le practica una especie de rehabilitación mientras la gente le va llorando y que no funciona hasta que no lo tiran al río. Allí tiene lugar la Resurrección.

Con una gastronomía estupenda, en la que destacan el aceite de oliva y la original gachamiga, y un entorno natural privilegiado, Mogón no te dejará indiferente.

Qué visitar en Mogón

1. Iglesia de San Vicente Mártir: iglesia bastante nueva que verás al final del Paseo de la Alameda. Las ruinas de la antigua iglesia se conservan en un cerro sobre la aldea, integradas en una cortijada. A ella se accede a través de una calzada empedrada que sube la loma.

2. Playa artificial de Mogón: también conocida como El Charco es una balsa natural formada a través de una represa en el curso del río Aguascebas, unos pocos metros antes de unirse con el Guadalquivir. En verano es la gran atracción de la zona.

3. Puente colgante de madera: si sigues caminando pasada la iglesia, te encontrarás con este puente salva el paso del Guadalquivir y une el paseo con el resto del pueblo. Las vistas del río desde su plataforma son excepcionales. Al final del puente hay un curioso ascensor que ahorra un pequeño tramo de escaleras (muy pequeño).

4. Ecoparque y sendero saludable: junto a la playa artificial existe este paseo que discurre entre un paisaje ribereño conformado por cañaverales, adelfales y sotos. Las ardillas saldrán a tu paso en cada momento. Y es que en este entorno, en la porción más elevada de la Vega del Guadalquivir, cuenta con una rica y variada fauna: ginetas, erizos, nutrias, anfibios, truchas, barbos y aves de ribera lo pueblan. Además, si te gusta pasear, existe un Senda Saludable que parte del puente y que recorre la ribera durante 2,13 km.

5. Cascada de Chorrogil: el paraje en el que se encuentra se conoce como la Cañada del Avellano, junto al pantano de Aguascebas y en el que las aguas del arroyo caen sobre unas paredes formadas por tobas. Allí, por un sendero bastante sencillo, llegarás a conocer una de las cascadas más espectaculares de Las Villas, con un salto de agua de más de 45 metros de altura. 👉 Más información.

6. Paraje de la Osera: a unos 8 km de Mogón se halla la cascada más alta de Andalucía y la segunda de España, la Cascada de la Osera, con una caída de 130 metros de altura. A su paso por el paraje, el río va conformando otras cascadas menores, hasta contar seis espectaculares. En los alrededores hay una gran colonia de buitres leonados. Existe el Sendero La Osera, con un grado de dificultad alto, que lleva hacia ellas.


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6 lugares imprescindibles que ver en Guarromán

De curioso nombre, el pueblo de Guarromán se fundó en 1767 como parte del proyecto de las Nuevas Poblaciones de Andalucía y Sierra Morena, que se llevó a cabo durante el reinado de Carlos III y que pretendía poblar las grandes extensiones despobladas existentes en el curso del Camino Real de Andalucía para favorecer la seguridad del tráfico de personas y mercancías en una época en la que el bandolerismo se había convertido en un gran problema.

Con motivo de este proyecto, Pablo de Olavide fundó este enclave con el nombre de Muzquia, en honor al político de la época Múzquiz, en el mismo lugar en el que ya existía la Venta de Guadarromán. Guadarromán, de donde deriva su nombre actual, proviene de la castellanización del árabe Uādī-r-Rommān (río o arroyo de los granados).

Sus primeros pobladores fueron colonos traídos de Centroeuropa, sobre todo alemanes. En recuerdo de éstos se crean cada día los dulces tradicionales más famosos de Despeñaperros: los alemanes. En la localidad podrás probar estos manjares, así como visitar una de las queserías más afamadas de la provincia y que cuenta con varios primeros internacionales, Quesos y Besos.

Además, en Guarromán podrás asistir a celebraciones muy originales, como la Fiesta de los Colonos (el último domingo de octubre), en la que se hace sonar ocho veces la campana de las generaciones (una por cada generación que ha transcurrido desde la fundación); o el Pintahuevos (el domingo de Resurrección).

Para terminar, no dejes de visitar sus aldeas (El Altico, Martín Malo, Aldea de los Ríos y Zocueca), ni de conocer su amplio patrimonio minero a través de multitud de rutas de senderismo que hay distribuidas por sus alrededores.

Qué ver en Guarromán

1. Palacio del Intendente: este palacio hoy reconvertido en hotel se encuentra en la Avenida de Andalucía. En su fachada aún conserva un reloj solar coronado por una cruz y que daba la hora a las diligencias que llegaban a la Parada de Postas. Su construcción data de 1807.

2. Plaza de Nicolás Kerche: para los habitantes de Guarromán esta plaza tiene un gran simbolismo, pues está dedicada al primer guarromanense que nació en el poblado. Su nacimiento fue el día 26 de octubre de 1767, fecha que se conmemora cada año celebrando la Fiesta de los Colonos el domingo más próximo a su cumpleaños.

3. Pósito de labradores: actualmente sirve como biblioteca pública, pero sus orígenes son de 1789, cuando lo edificaron con sillares de arenisca los maestros mayores de las Nuevas Poblaciones, Jacinto de Garaña y Silvestre Gómez.

4. Monumento al Sagrado Corazón de Jesús: en el Paseo de Guarromán destaca esta figura, que fue subida a su pedestal por la Compañía Minera de La Cruz en 1950. La estatua refleja la devoción de Carlos III por este santo, patrón del pueblo.

5. Iglesia de la Inmaculada Concepción: fue construida en piedra y arenisca roja en el siglo XVIII siguiendo el modelo de las edificaciones coloniales de la época. En su interior está enterrado el General de División  François Gobert, quien murió debido a las heridas recibidas en Mengíbar durante la Guerra de la Independencia.

6. Santuario de Zocueca: en la aldea de Zocueca se halla este santuario construido durante los siglos XVII y XVIII sobre una antigua ermita en la que se veneraba a la Virgen de Zocueca durante la Reconquista. Este primitivo templo fue levantado por los cristianos mozárabes en el año 1150 para agradecer a la Virgen que Alfonso VII ganara los campos de Bailén. Durante el último domingo de septiembre se celebra una gran romería cuya tradición se remonta a 1922, cuando los campesinos de San Vicente llevaron a la patrona desde la Iglesia de la Encarnación de Bailén hasta Zocueca dándole las gracias por haber salvado sus huertas de una plaga de langostas.

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Cómo es el Área Recreativa de La Aliseda y su antiguo balneario

A tan sólo cinco kilómetros de Santa Elena, el paraje de La Aliseda te ofrece un precioso rincón en el que desconectar en plena naturaleza en las estribaciones de Sierra Morena y al lado del Parque Natural de Despeñaperros.

La fama curativa de sus aguas se remonta a la antigüedad, cuando se construyó en este entorno la calzada romana que acabaría convirtiéndose en Camino Real que unía Madrid y Cádiz. Aunque no se sabe a ciencia cierta, muchos reconocen en ella La Fresneda, lugar en el que murió Alfonso VII de Castilla y León en 1157.

El paraje consiguió tener renombre gracias a las políticas de colonización de Sierra Morena llevadas a cabo durante el reinado de Carlos III, que seguían las indicaciones del proyecto de las Nuevas Poblaciones de Andalucía y Sierra Morena encomendado a Pablo de Olavide.

Aunque su población ya ha desaparecido, aún quedan en ella el Área Recreativa de La Aliseda, el Puente de los Suspiros, el Puente de la Aliseda, la Fuente Herrumbrosa y los restos de un gran balneario al que acudieron grandes personalidades de los siglos XIX y principios del XX.

👉¿Cómo llegar a La Aliseda?

Basta con tomar las salidas 258 ó 266 en la A4 y seguir por la carretera JA-7100. Está señalizada.

Área Recreativa La Aliseda

El enclave de La Aliseda está situado a la orilla del río de La Campana, que fluye desde Despeñaperros ocupando un valle en el que abundan plantas aromáticas y árboles como el pino, la encina, el castaño o el alcornoque. Un lugar destacado lo tienen los alisos, del que el paraje toma su nombre, y las setas en temporada.

Hay una amplia zona de aparcamiento, aunque ésta se llena rápidamente durante los festivos y fines de semana, por lo que te recomiendo que vayas pronto. El acceso es gratuito.

Los vecinos de Santa Elena acuden a este lugar cada mes de mayo para celebrar la Romería de San Isidro. A ella llegan con carretas y tractores, trayendo al Santo en un emotivo festejo.

Junto al río hay repartidas varias mesas de picnic, barbacoas y una zona de juegos. Al final de ésta se encuentra la Fuente Herrumbrosa, detrás de una antigua norita que en la actualidad se utiliza como terraza del bar de la zona recreativa. Gracias a la existencia de piritas de hierro, las aguas de este manantial son ferruginosas y estaban ligadas a las del antiguo balneario que existía en las inmediaciones. Un poco más arriba, encontrarás la Fuente de San José, desde la que se abastece el área recreativa.

Antiguo Balneario La Aliseda

En el siglo XVIII los trabajadores de una finca que se encontraba en este paraje descubrieron un manantial al que llamaron Fuente Agria. Sus burbujas se hicieron famosas por los alrededores extendiendo la creencia en sus poderes curativos. Estas propiedades llegaron a oídos del Marqués de la Rambla, quien en 1730 mandó construir una casa y una fuente allí.

Sus descendientes le cambiaron los terrenos a José Salmerón y Amat, nacido en Almería y afincado en Úbeda, a cambio de su palacio en esta ciudad. Don José se trasladó a La Aliseda con la idea de trabajar en las cercanas minas de La Carolina, pero pronto se dio cuenta de la fama que antiguamente habían tenido las aguas sobre las que se asentaba su casa. El entorno ofrecía más de veinte manantiales, con aguas de distintas propiedades.

Así, en 1907 construyó un distinguido balneario y un hotel en la Fuente de la Salud o de San José, con cien habitaciones, sala de baile, comedor de lujo, salón de tertulias y una capilla con cripta. Además, en frente levantó unas pequeñas casitas que dedicó al alquiler y un lagar en el que elaboraban vinos.


El lugar se hizo realmente famoso a los pocos años de estar abierto. Prueba de ello es la gran cantidad de personalidades que en él se alojaron, como Carlos de Borbón, María Luisa de Orleans (abuela de Juan Carlos I), Práxedes Mateo Sagasta o Niceto Alcalá Zamora. Aún se conservan varios de los retratos dedicados por muchos personajes de la alta sociedad de la época que donaron a la familia alabando el balneario y el libro de oro de La Aliseda, con las firmas de los más prestigiosos que pasaron por allí.

Su actividad se paralizó en los años treinta, cuando los descendientes de Salmerón acabaron vendiendo la finca y desmontado los edificios para vender sus materiales y así pagar las deudas que tenía. Del antiguo balneario hoy sólo queda un monolito de un metro de altura y los restos de un antiguo estanque, posiblemente la Fuente de San José.

Antes de llegar al área recreativa, hay un desvío que nos lleva a la zona del antiguo hotel, del que se mantienen en pie los restos de su portada y varias casillas delante de éste. Algunas de estas casillas están en ruinas y otras parecen que tienen cierta actividad. En la explanada que hay frente al hotel muchas familias se reúnen también para pasar un día de campo cuando la zona pegada al río está llena.

Rutas de Senderismo por el paraje de La Aliseda

El entorno del valle proporciona varias oportunidades para realizar senderos de gran valor natural y corto recorrido. Aquí te dejo alguno de ellos:

1. Sendero de la Campana: es el más concurrido. Consiste en una ruta circular, de 1 km de longitud y que se recorre en menos de una hora. El camino parte del puente de piedra que hay frente al aparcamiento del área recreativa, tomando la pista que está a la izquierda de la zona arbolada que va paralela al río.  👉 Más información. 

2. Molino del Batán: el sendero mide 5’8 km y se tardan unas 2 horas en completarlo (sólo ida). El inicio está en el caserío de Miranda del Rey. Hay que pasar la aldea sin dejar la carretera hasta encontrar un cruce a 150 m, lugar donde se inicia el camino. Desde La Aliseda también parte una senda que te llevará al antiguo molino.  👉 Más información.

3. El Empedraillo: la ruta sigue el trazado de una antigua calzada romana desde Miranda del Rey. A lo largo de ella podrás disfrutar de alguna cascada y de las vistas del pantanillo del Arroyo del Rey. En estas tierras fue donde acamparon y lucharon los ejércitos en la batalla de las Navas de Tolosa, en 1212. Es circular y su longitud es de 8.3 km.  👉 Más información.

4. Llano de las Américas: por una senda de unos 3 km se llega a este Centro de Interpretación dedicado especialmente a Despeñaperros, la Cascada de la Cimbarra y el Monumento Natural de Los Órganos.  👉 Más información. 



Ruta de Senderismo - Cómo llegar a la Cueva de la Lobera de Castellar

Al norte de la provincia de Jaén se encuentra el bonito pueblo de Castellar, un municipio de 3.300 habitantes perteneciente a la comarca de El Condado. De gran riqueza arqueológica, su entorno fue un lugar privilegiado durante la época de los íberos, en pleno territorio de la Oretania. Para disfrutar de este preciado patrimonio puedes darte una vuelta por Castellar y disfrutar de su Museo de Arte Ibérico. Ubicado en el Castillo de Pallarés, una torre de homenaje del siglo XVI, en su interior se muestran más de un centenar de exvotos de bronce procedentes de la Cueva de la Lobera.

6 lugares imprescindibles que ver en Castellar

Conocido en el siglo XIII como El Castillo, Castellar no recibió su nombre actual hasta 1981. Este pequeño pueblo de poco más de 3.000 habitantes perteneciente a la comarca jiennense de El Condado, es conocido principalmente por su preciosa colegiata y por el curioso yacimiento de la Cueva de la Lobera. Cueva que ha dado fama a Castellar en el mundo de la arqueología por ser considerada como uno de los principales santuarios íberos de la península.

Aunque recientemente el municipio se ha hecho famoso por servir de base para una de las empresas marisqueras más importantes de Andalucía. Aquí, a los pies de Sierra Morena, se elaboran y distribuyen mariscos por toda España, aunque muchos también son exportados a países como Holanda e Inglaterra. www.mariscoscastellar.com 

Qué ver en Castellar

1. Colegiata de Santiago: mandada construir por don Mendo de Benavides, miembro de la Orden de Santiago y fiscal de la Inquisición en 1633, este imponente templo destaca en el centro de Castellar. Su obra se debe a Juan de Aranda Salazar, arquitecto mayor de la Catedral de Jaén. La fachada renacentista está rematada por los escudos del fundador y por una escultura de Santiago Matamoros. En su interior se encuentran los restos de San Inocencio y San Fortunato, un museo parroquial, un archivo que contiene los libros de bautismo desde el concilio de Trento y una cruz parroquial de plata repujada con escenas del evangelio. La sacristía alberga una colección de 54 retratos de Papas pintados al óleo.

2. Iglesia de la Encarnación: el otro gran templo de Castellar es de estilo protogótico. Su construcción se desarrolló a lo largo del siglo XIV sobre un viejo recinto defensivo del que se aprovecharon elementos como la torre convertida en campanario. Esta torre es el monumento más antiguo del pueblo y sirvió de defensa de una primitiva fortificación visigoda, que más tarde pasó a manos árabes. De este original castillo árabe aún se conserva una poterna a los pies de la iglesia, así como varios pasadizos subterráneos que parten desde el crucero y que servían para huir en el caso de que sitiaran el castillo. En una de sus esquina se levanta el Monumento a la Virgen de la consolación.

3. Museo de la Memoria de Castellar: ubicado en la Calle Las Parras, este centro cuenta con tres plantas de exposición en las que se sigue un recorrido histórico desde los orígenes de Castellar hasta la actualidad, en el que destacan los dientes de tiburón de más de seis millones de años encontrados en el pueblo.

4. Castillo de Pallarés: se construyó en el siglo XIV sobre los restos de fortificaciones visigodas y árabes. Rodríguez de Benavides recibió las tierras de Castellar (o el Castillo), por su apoyo a Enrique II en su lucha por el trono de Castilla frente a su hermano, Pedro I el Cruel. Rodríguez recibió el título de Conde de Pallars y mandó construir el castillo, llamado de Pallarés haciendo honor a su dueño. Actualmente la torre alberga el Museo de Arte Ibérico, con una preciosa exposición sobre los exvotos de bronce encontrados en la Cueva de la Lobera.

5. Palacio Ducal de los Duques de Medinaceli: sobre el patio del Castillo de Pallarés levantaron en 1492 este gran palacio. Primeramente, perteneció a Rodríguez e Benavides, luego pasó a manos de los Condes de Santisteban, hasta que en el siglo XVIII fue adquirido por el Duque de Medinaceli, del que recibe su nombre. Durante la Nochebuena de 1995, el palacio se derrumbó, quedando solamente en pie la Torre del Homenaje y la esquina noreste del edificio. Actualmente es sede del Ayuntamiento de Castellar.

6. Santuario de la Cueva de la Lobera: a un kilómetro de Castellar, al abrigo de tres cuevas naturales, se creó un santuario ibérico hace más de 2.300 años. Uno de los rasgos que lo caracteriza es la presencia de cientos de exvotos de bronce como principal ofrenda depositada, entre los que se encuentran muchas figuras femeninas y algunas de animales domésticos.


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10 lugares imprescindibles que ver en Chiclana de Segura

 

Al norte de la provincia, lindando ya con Ciudad Real, puedes visitar uno de los pueblos con más encanto de Jaén. Chiclana de Segura se levanta sobre la Muela de Chiclana, un monte de 865 metros que le dan una posición estratégica para divisar desde lo alto los territorios de Albacete, Jaén, Ciudad Real y Granada.

Precisamente esta situación privilegiada fue el origen de un núcleo de población árabe que se construyó alrededor un castillo defensivo, en el lugar en el que antiguamente ya se habían asentado los íberos. Fruto de este primitivo urbanismo árabe son sus callejuelas estrechas y la disposición casi errática de las viviendas que aprovecha las laderas de la roca en la que se encuentran.

Ruta de Senderismo – Desde la Hacienda La Laguna hasta la Laguna de Baeza

En pleno valle del Guadalquivir, la Laguna Grande recibe este nombre por ser la laguna más extensa de la provincia de Jaén, ya que cuenta con 18 hectáreas de extensión. Su origen proviene de la acción del hombre, al tratarse de una laguna artificial que se creó antiguamente para regar los olivos que la rodean aprovechando la existencia de un viejo humedal. Su uso como modo de almacenar agua se conoce, al menos, desde el siglo XVII.

Esta creación humana alteró el entorno de forma positiva permitiendo la aparición de un paraje de gran valor ecológico, que lo han llegado a catalogar como Paraje Natural, Espació de Interés Protegido, Lugar de Interés Comunitario, Bien de Interés Cultural y Monumento. En ella destaca una rica variedad de avifauna, mamíferos y anfibios. En cuanto a la vegetación, el paraje está rodeado de olivares, encinas, álamos blancos, fresnos y tarays. El humedal, por su parte, presenta vegetación típica palustre de carrizo, espadaña (enea), y junco.

Cómo llegar a la Laguna Grande de Baeza

👉 Inicio de ruta: la ruta parte de la Hacienda La Laguna, en donde puedes aprovechar la visita y entrar al Museo de la Cultura del olivo. Allí hay un gran aparcamiento gratuito.

La existencia de este complejo se remonta al siglo XVII, cuando pertenecía a la orden de los jesuitas. En 1767, Carlos III los expulsa y la hacienda pasa a ser patrimonio de la Casa Ducal de Alba. Durante el siglo XIX se produce la desamortización de Mendizábal y la edificación acaba en manos de los Marqueses de Viana, Vizcondes de Jarafe y, posteriormente, Marqueses de La Laguna. Ellos fueron los encargados de transformar el residencial y crear la laguna que llevaba el agua a los cultivos mediante una red de canales y un acueducto.

Abandonada y expoliada en los años ochenta, en 1992 se lleva a cabo una gran rehabilitación fruto de la cual se crea un hotel rural, un museo y la Escuela Regional de Hostelería.

Desde la Hacienda surge un carril entre olivos que te irá acercando poco a poco a la laguna. Está totalmente señalizado. Una vez allí hay un sendero de dos kilómetros que rodea todo el perímetro de la laguna y que cuenta con varios miradores. El terreno es fácil y llano.

Desde sus miradores podrás observar la rica fauna que habita esta laguna de agua permanente y de alta salinidad, que se alimenta de las aguas del río Torres. El humedal cobra especial relevancia en verano, cuando las lagunas naturales de la provincia están secas y en ésta los animales encuentran un lugar idóneo de alimentación y refugio. Junto a ella existe otra más pequeña, denominada Laguna Chica.

Una vez bordeada la laguna, el camino de vuelta se realiza por el mismo sitio por el que has venido. Si tan sólo quieres ver la laguna, el mismo recorrido se puede hacer en coche. Una vez has llegado a la Hacienda La Laguna, basta con seguir las indicaciones para llegar a ella. Allí, junto a la orilla, es posible aparcar el coche gratuitamente.


               🏃  Llévate agua, crema solar y un buen calzado.
               🏃  Longitud:  6, 30 km
               🏃  Dificultad:  fácil.
               🏃  Duración: 3 horas. Se tarda alrededor de 1 h en sólo rodearla. 
               🏃  Recorrido circular.
 
 

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6 lugares imprescindibles que ver en Lopera

Situado en la comarca de la Campiña de Jaén, Lopera está rodeado de campos de onduladas colinas en las que prevalece el olivo. Su historia está marcada por los íberos, romanos, musulmanes con su cuidad de Bayyara y cristianos que han ido dando forma a este pequeño pueblecito de Jaén, lindando ya con Córdoba. Incluso Cervantes estuvo por estas tierras allá por el siglo XVI. Dentro de estos orígenes tiene un lugar privilegiado la Orden Militar de Calatrava, quien mando construir el castillo que preside el centro del municipio, en plena Plaza del Ayuntamiento.

Ya en época moderna, en su término municipal se libro la Batalla de Lopera, una de las más importantes ocurridas en el Frente de Andalucía durante la Guerra Civil. En ella murieron intelectuales tan famosos como el escritor Ralph Fox o el poeta Rupert John Cornford, biznieto de Darwin. Aún hoy se pueden encontrar restos de la guerra alrededor de Lopera, siendo las más destacables dos trincheras situadas junto al Puente del Arroyo Salado y las once cuevas que hay a la entrada del pueblo, que datan de 1828, pero que sirvieron de refugio durante el enfrentamiento.

Durante tu visita podrás disfrutar de la historia ancestral de la comarca, pasear por sus callejuelas llenas de casas encaladas y aprender de su importante pasado vinícola tomándote un buen vino de la tierra. 

Qué ver en Lopera

1. Castillo de Lopera: en pleno centro del pueblo, destaca esta construcción del siglo XIII, de cuyos orígenes poco se sabe. Parece ser que en Lopera ya existía un castillo con cinco torres en tiempos de la dominación árabe, y que la actual fortaleza se construyó sobre una antigua iglesia perteneciente a la Orden Militar de Calatrava, quienes la fortificaron para defenderla y dotar a Martos de una salida segura al Guadalquivir.  Su estructura es pentagonal y está flanqueado por dos torres cilíndricas. En su interior, a pesar de las numerosas modificaciones que a sufrido a lo largo de la historia, aún se mantienen en pie sus dos torres del homenaje, la de Santa María y la de San Miguel.

En el último siglo el castillo se ha utilizado para tareas tan dispares como servir de secadero de tabaco, observatorio de aviones durante la Guerra Civil, plaza de toros, cuadra, teatro, lugar para curar las aceitunas de mesa o salones de bodas. Afortunadamente, desde 2.002 el Castillo de Lopera pasa a ser bien público y es incluido en la Ruta de los Castillos y las Batallas. Hoy se puede visitar su interior y ver el Museo de la Batalla de Lopera, que ocupa su capilla.

Horario:

👉 Del 1 de octubre al 31 de mayo: de martes a viernes, a las 10:00 y a las 12:00. Sábados y domingos, a las 10:00, 12:00 y 17:00.

👉 Del 1 de junio al 30 de septiembre: de martes a viernes, a las 10:00 y a las 12:00. Sábados y domingos, a las 9:00, 11:00 y 13:00.

👉 Precio: 4€ (Entrada castillo + Casa de la Tercia).

2. La Casa de la Tercia: este edificio del siglo XVI albergaba el antiguo pósito y su entrada se realiza por un pasadizo subterráneo que lo comunica con el patio de armas del castillo. La historia cuenta cómo Cervantes visitó este pósito mientras recaudaba trigo para la Armada Invencible en febrero de 1592. Cuando pasó a manos privadas, se utilizó como almacén para grano y como bodega de vino. Actualmente podrás ver en su planta baja una exposición de fotografías de la Guerra Civil y en la primera planta visitarás el Museo de Pedro Monje, un famoso escultor, ceramista y pintor de Lopera.

3. Iglesia de la Purísima Concepción: junto al castillo y completando la Plaza de la Constitución, se levanta la iglesia de la Inmaculada, construida en el siglo XV en estilo gótico final o isabelino típico de la Orden de Calatrava. Su interior ha sufrido varias modificaciones y desperfectos, como la existencia de una bóveda diferente al resto debido al impacto de una bomba o varias columnas inclinadas a causa de un terremoto. En su retablo mayor destaca la imagen de la Inmaculada Concepción, patrona de Lopera desde 1623, aunque también hay mucha devoción en el pueblo a la Virgen de la Cabeza.

4. Hospital de San Juan de Dios y casas nobiliarias: alrededor de este antiguo hospital del siglo XVII podrás ver multitud de casas nobiliarias que conservan su estructura original de los siglos XVII y XVIII, como la Casa-Palacio de Bartolomé Valenzuela, actual residencia de ancianos.

5. Las Tres Ermitas: dentro del propio pueblo, mezclada con las casas blanqueadas se encuentran la Ermita de San Roque (s. XVI), la Ermita del Cristo del Humilladero (s. XVIII) y la Ermita de Jesús (s. XVIII). Todas ellas barrocas.

6. Bodegas Herruzo: la producción de vino comenzó en Lopera en el siglo XVIII, aunque tuvo su mayor apogeo en los años sesenta del siglo XX, época en la que adquirió el sobrenombre de El pequeño Jerez. De todas las bodegas existentes, hoy la única que permanece abierta es ésta, que continúa produciendo vino amontillado blanco, dulce Pedro Ximénez y tinto. Son las más antiguas de la provincia de Jaén, contando con más de 110 años de historia. Es toda una experiencia visitar este local con solera y deleitarte con los aromas que salen de sus barricas.

7. Paraje del Pilar Nuevo y de San Isidro Labrador: a menos de un kilómetro del centro, por la J-2031 y siguiendo por el camino de Las Esperillas encontrarás un precioso entorno natural alrededor de un antiguo pilar abrevadero de 1875 y de una ermita en honor a San Isidro Labrador. Esta pradera ofrece un lugar ideal para pasar un día de campo o disfrutar de la romería que se lleva a cabo cada 15 de mayo. 


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7 lugares imprescindibles que ver en La Carolina

Visitando La Carolina puedes ver rápidamente la esencia del proyecto de las Nuevas Poblaciones de Andalucía y Sierra Morena, llevado a cabo por Pablo de Olavide bajo el mandato de Carlos III. Su objetivo era poblar las grandes extensiones de terreno vacías existentes a lo largo del Camino Real de Andalucía para facilitar la seguridad del tráfico de personas y mercancías, en una época marcada por el bandolerismo.

Así, en 1767 se creó uno los proyectos reformadores de mayor envergadura de nuestra historia, sirviendo de ejemplo urbano para toda la España de Carlos III. Originalmente se diseñaron calles y plazas alrededor de un convento de carmelitas llamado La Peñuela, de él tomó su nombre la población hasta se lo cambiaron en honor al monarca. Para poblarlo trajeron colonos centroeuropeos, razón por la cual muchos de los habitantes actuales de La Carolina mantienen apellidos extranjeros o adaptaciones de ellos. Considerado el mejor ejemplo del urbanismo español ilustrado, pronto se convirtió en capital de las Nuevas Poblaciones, llegando a ser la quinta provincia de Andalucía.

Paseando por sus calles podrás contemplar ese urbanismo tan ordenado y comprar una de las mayores delicias de la provincia: su famoso paté de perdiz.  👉 Real Carolina 

Enclavado en el parque natural de Despeñaperros, su término municipal te ofrece también la oportunidad de disfrutar de la belleza de este espacio protegido y de completar tu visita acercándote a los otros cuatro núcleos de población que forman parte de este municipio: Navas de Tolosa, famosa por ser el escenario de una de las batallas más importantes de nuestra historia; La Fernandina, aldea cercana a uno de los pantanos más importantes de la zona; La Isabela, poblado cuyo nombre honra a la mujer de Pablo de Olavide y El Guindo, poblado de origen minero.

Qué ver en La Carolina

1. Palacio del Intendente Olavide: junto a la Iglesia de la Inmaculada se alza este edificio construido en estilo neoclásico sobre el antiguo Convento de La Peñuela, origen real de La Carolina. En el pasado sirvió de sede para la Superintendencia de las Nuevas Poblaciones y actualmente alberga el Museo Arqueológico.

2. Iglesia de la Inmaculada: construida como parte del convento de los frailes carmelitas en 1578, en él se alojó dos veces San Juan de la Cruz. En 1767, Pablo de Olavide la manda reformar y ampliar, quedando consagrada a la Inmaculada Concepción, patrona de las Nuevas Poblaciones. La torre-campanario se le adosaría muchos años después, en el 1900.

3. Calle Jardines y Calle Real: ambas peatonales, en ellas se encuentran las principales casas señoriales de La Carolina. La Calle Jardines fue la primera calle trazada en el proyecto de 1767, su objetivo era unir las Plazas del Ayuntamiento (antigua Plaza Mesones) y de la Iglesia, así como albergar las casas de los funcionarios y personalidades de la ciudad. Dichas edificaciones destacaban por ser de estilo colonial y tener un jardincillo delante, algo poco habitual en esta época. Hoy es una pena ver cómo varias de ellas se encuentran en ruinas.

4. Torres de La Carolina: la población cuenta con varias torres repartidas por todo el municipio.

● Torre de Perdigones, Torre de la Munición y Torre del Plomo: las tres se dedicaron en el siglo XIX a fabricar perdigones de plomo, soltando desde lo alto una gota de plomo que se solidificaba al caer al fondo.

● Torres de la Aduana: antiguamente se encontraban en la Plaza de la Aduana, aunque hoy las puedes ver al principio del Paseo del Molino de Viento. Una se dedicó a Carlos III y la otra a Carlos IV.

Torres de la Fundación: se construyeron en 1768 al final del eje de la ciudad para conmemorar la fundación de La Carolina. Hoy se encuentran en la Plaza de España, al principio del Paseo del Molino de Viento. Dicho paseo formaba parte antiguamente del Camino Real de Andalucía.

5. Antigua cárcel: en la Plaza del Ayuntamiento destaca este edificio neoclásico de finales del siglo XVIII. Pasó a la historia porque en él estuvo retenido el general Rafael Riego, político liberal que impulsó un régimen constitucional en España al obligar a Fernando VII a firmar la Constitución de 1820. Tres años después del pronunciamiento acabaría siendo ahorcado en Madrid.

6. Monumento a la batalla de Navas de Tolosa: su construcción data de 1881 y conmemora la victoria cristiana sobre los almohades en la batalla de 1212. En él aparecen la figura de Martín Halaja, el pastor que guio a las tropas cristianas para que no fueran descubiertas y las de los reyes de Navarra, Castilla y Aragón, así como la del arzobispo de Toledo.

7. Camino Parque Forestal Aquisgrana: entre las minas de El Manto y de La Rosa, a unos 3 km de La Carolina, se encuentra esta área recreativa ubicada en el entorno del río La Campana. A través de sus senderos y miradores obtendrás buenas vistas de antiguas instalaciones mineras y del Castillo de Navas de Tolosa


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